martes, 25 de junio de 2013


Memorias de un jubilado
Los Iracundos y Los Indomables
“Todas mis canciones tienen algo de ti,
y de este mundo extraño en el que viví”
Los Iracundos
Terminaba el año 1963 y terminábamos la escuela, nos preparábamos para ingresar al colegio 9 de Octubre al año siguiente, teníamos la costumbre de jugar pelota todas las tardes en la calle frente al colegio La Inmaculada, en una jugada sin importancia piso mal la bola y caigo sobre mi brazo derecho, lo levanté y estaba hecho un desastre, los dos huesos rotos, cerca de la muñeca.
Ese invierno fue largo y caluroso con el yeso en el brazo y con un inmovilizador, hasta que pudo ser retirado para permitirme un ingreso digno al colegio en mayo de 1964, no se podía mostrar debilidad. Sabíamos lo que nos esperaba, el 9 era un monstruo,  y teníamos que sobrevivir, y la única manera era mantenernos unidos y enfrentar a todos los otros grupos que tratarían de imponerse. En el año de 1.964 se inauguró la Primera Feria del Banano, la Provincia de El Oro había dado un paso sorprendente en su economía, Machala estaba adquiriendo rasgos de una ciudad, se acababa de inaugurar el primer Banco en la ciudad de Machala, el Banco de Machala con capitales orenses.
En las largas tardes del verano del 64’ sonaba en las radios un grupo nuevo Los Iracundos, habían debutado el 10 de octubre de 1961, en el histórico Teatro Florencio Sánchez de la ciudad de Paysandú, Uruguay, y en menos de dos años, en 1963, tenían grabado su primer disco de 45 rpm, el cual contenía los temas Reten la noche y Madison. En la rocola de la heladería Roxi, ubicada convenientemente por el paso de las alumnas del Ismael y del 9, en la esquina de Rocafuerte y Guayas, se escuchaba la voz desgarradora de Franco, el cantante de los Iracundos, en la inolvidable Retén la noche, que nos llegaba al alma (Retén la noche/ que el sol ya está por salir/ después te irás/ y ya nunca tu volverás...)
En el 9 de Octubre, mientras tanto, ya se habían formado Los Audaces, La Garra, y otros más, y nosotros decidimos que lo más apropiado sería llamarnos Los Indomables, ¿todavía lo somos?, y con ese nombre nos abrimos paso en el colegio, aunque enseguida, y por razones deportivas, pasamos a formar, paralelamente, el Club Social Deportivo 9 de Octubre.

De las rocolas de las fuentes de soda pasamos a las rocolas de los salones, habíamos cambiado los helados por las cervezas, y conocíamos de memoria –en ese lenguaje alfa/numérico de las rocolas- la ubicación de las canciones de Los Iracundos. En el año 1965, después de triunfar con el instrumental Sin palabras, Los Iracundos grabaron Con palabras, y se quedaron para siempre en nosotros, con las canciones Calla, Todo terminó, Me recordarás, La casa del sol naciente. En el año 1966 se proclamaron Primeros en América con las canciones Nena para ti, Mi mente en ti, Nuestro juramento, La ciudad duerme (Tu ya no estás/ y la ciudad duerme/ sin razón/ te espero aquí/ es el fin/ que dolor siento/...) 
En 1967 ya estaba en el colegio San José La Salle en Guayaquil, se lo pedí a mis padres y lo aceptaron –ambas acciones inexplicables para esa época, tenía 14 años- y me cambió la vida por la educación que recibí, y pasé de las rocolas de Los Indomables a escuchar misa todas las semanas, a aprender algo de francés, a dedicarme completamente a Física y a Matemáticas y sobre todo a apasionarme por la Literatura.
                                                                             En ese año salió el LP Los Iracundos en Roma,  yo no tenía tocadiscos en Guayaquil pero igual compré el disco con algún ahorro, y más tarde pude llenarme de las canciones Y la Lluvia caerá, Sé que no volverás, Me quebraste la vida (Todas mis canciones/ tienen algo de tí/ y de este mundo extraño/ en el que viví/...), Sunny, Ángela, pidiendo prestado un tocadiscos a un amigo vecino, hasta que mis padres me regalaron un portátil que en ese tiempo pasó a ser mi más preciada pertenencia.


Puerto Montt, composición de Eduardo Franco y Cacho Valdez, es sin duda la canción emblemática del grupo, siendo grabada el 16 de octubre de 1968 en los estudios de la RCA-ARGENTINA y presentada en el II Festival Buenos Aires de la Canción el 11 de noviembre de 1968 quedando en segundo lugar de dicho evento, siendo el más recordado en el mundo de la banda.[]
En Ecuador y en América se hizo famosa en 1969, cuando terminaba el colegio, y luego de mi graduación en enero del  70, pasé unos días de vacaciones en casa de mi tíos Edgar y Celia en la playa de la isla Costa Rica, en donde los versos con que inicia esta canción “Sentado frente al mar…“ adquirían categoría de Himno Nacional y obligaban al dispendio generoso de una cuantas cervezas.
La historia de Los Iracundos continúa hasta ahora y continuará por siempre, y el grupo Los Indomables (Club Social Deportivo 9 de Octubre)  forma parte de la historia de Machala.

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